hace 4 años
Analizando algunas maneras comunes y populares
en como se indican las posturas, entre diversos maestros, estilos y escuelas,
me he percatado de algo muy particular. Casi todos dan una indicación de hacer
una retroversión pélvica al hacer algunas posturas, especialmente las posturas
de extensión axial como la postura de montaña (Tadasana).
Dentro del argot de la instrucción de las yoga
asanas, se ha indicado este movimiento con la finalidad de ayudar a colocar la
columna en una mejor posición, o mejor dicho, de alinear la columna, para que
pueda efectuar de manera más eficiente la mayoría de los movimientos con menos
riesgo de lesión.
Incluso, es común que los mismos profesores
usen un gesto con sus manos, colocando una por delante de la pelvis y otra por
detrás, y generen este movimiento de retroversión, mostrándole a los alumnos
como se hace.
Pero, ¿esto es así? ¿De verdad la retroversión
pélvica es una indicación segura y adecuada? Hablemos al respecto.
Primero
que nada, debemos entender a que se refiere la retroversión de la pelvis.
Si imaginamos a la pelvis como si fuera un
balde con agua, podemos notar que si inclinamos un poco hacia adelante o hacia
atrás la parte de arriba, el agua que se contiene dentro del balde se podría
tirar.
Cuando nosotros inclinamos el balde hacia
adelante, es decir, que la parte superior del balde se incline hacia enfrente,
estamos hablando de una Anteversión.
Caso contrario, si el balde se inclina hacia
atrás, para que la parte superior del balde se incline hacia atrás, estamos
hablando de una Retroversión.
Y finalmente, cuando la parte superior del
balde está apuntando hacia arriba, y el agua se mantiene dentro sin problema,
estamos hablando de una posición Neutral.
Hasta aquí, podemos entender que esto solo nos
habla del movimiento de la pelvis, pero hay que recordar que la pelvis no se
encuentra flotando en el espacio dentro de nosotros, sino que está conectada a
otras dos estructuras, primero, y la más importante, por arriba está conectada
directamente con la columna vertebral, y segundo, por abajo, está conectada con
la cadera.
Y,
¿esto cómo afecta a la retroversión de la pelvis?
Pues en todo, ya que en realidad, la
retroversión de la pelvis no es un movimiento que ocurra en la pelvis, es un
movimiento que ocurre desde la cadera y la columna lumbar. Y entender esto nos
puede ayudar a entender porque no siempre la retroversión es útil, o incluso
segura en la práctica de las asanas.
Volvamos a observar la pelvis y su conexión
con la columna, como mencionamos anteriormente, la retroversión y anteversión
de la pelvis son más bien un movimiento que afecta a la columna lumbar, ya que
cuando nosotros extendemos la columna lumbar, notaremos como la parte superior
de la pelvis se inclina hacia adelante, es decir, realiza una anteversión, y de
la misma forma, si nosotros flexionamos la columna lumbar hasta el punto de
rectificarla (que en general es su máximo rango de flexión) notaremos como la
columna entra en una Retroversión.
Aquí es donde surge todo el debate al respecto
si la indicación de “realizar una retroversión pélvica” es adecuada o no, ya
que, lejos de colocar a la columna vertebral en una posición neutral donde
todas sus curvas puedan distribuir adecuadamente el peso de los movimientos o
ejercicios que realicemos, coloca a las vértebras en una posición donde el peso
se concentrará de manera anormal, proyectando los discos intervertebrales hacia
atrás y disminuyendo la capacidad de
aplicar fuerza en esta zona sin lesionar.
Pero
entonces, si la retroversión pélvica no es la más adecuada, ¿por qué se indica
tanto? O incluso, ¿por qué se enseña de esa manera en las diversas
certificaciones?
Podríamos decir que es una indicación bien
intencionada pero no tan bien aplicada, como vimos anteriormente, la mejor
posición de la columna para poder aplicar fuerza y distribuirla apropiadamente
a lo largo de las vértebras, es la posición neutral.
Es posible que la indicación surgió
originalmente con la intención de ayudar a los alumnos a neutralizar su
columna, particularmente en alumnos que tienen mucha hiperlordosis, o que
tienen mucha debilidad en los músculos abdominales, ya que esto les podría
ayudar a acercarse a la posición neutral de la pelvis.
Pero aquí está el problema, lo que queremos es
que se neutralice la pelvis, no que entre en retroversión, entonces, aunque el
movimiento efectivamente simula una retroversión, la indicación debería ser
clara en el sentido de lo que se busca es que se coloque la pelvis y la columna
en una posición neutral, ideal para poder realizar cualquier movimiento que
parta desde allí.
Algunos alumnos son capaces de realizar una
retroversión al máximo cada que el profesor lo indica, y con esto, su columna
queda en rectificación, y lo que es peor, muchas veces incluso se relajan los
músculos que están alrededor de la pelvis y la columna dándole aún menos
estabilidad a la postura y colapsando más peso hacia las vértebras.
Para entender mejor porque la retroversión no
es la posición más indicada para nuestra columna, podríamos analizar nuevamente
lo que ocurre cuando la pelvis está en retroversión e intentamos inclinarnos
hacia adelante, como por ejemplo en uttanasana o paschimottanasana, en estas
posiciones, al mantener la pelvis en retroversión, la columna vertebral es la
que debe intentar flexionarse porque la pelvis ya está en su máxima capacidad
de movimiento (especialmente si atoramos las rodillas con las piernas
extendidas), esto termina generando que la mayor cantidad de peso se concentre
en las vértebras lumbares y por lo tanto termine generando mayor torque y
presión sobre los discos intervertebrales y los ligamentos.
Quizás, en una sola ocasión que ocurra esto,
no debería representar un mayor problema, pero si se empieza a entrenar a la
persona en que esta es la forma correcta, o más eficiente de moverse, podríamos
terminar generando una probabilidad más alta de que se lastime por la poca
eficiencia que esta posición nos ofrece a nivel biomecánico.
En cambio, si intentamos entrenarnos para entender
la posición neutral de la pelvis, y que mientras más neutral este la pelvis, la
columna también tendrá mayor neutralidad, podríamos mejorar la longevidad de
las articulaciones y de la práctica misma.
Esto en muchas ocasiones representa el tener
que ir un poco fuera de las indicaciones “clásicas”, y permitir que se
flexionen un poco o un mucho las rodillas en lugar de tratar de extenderlas,
haciendo entonces que el isquiotibial jale de los isquiones de la pelvis y
favoreciendo la retroversión.
Al final,
el secreto está en los músculos.
Si tratamos de sintetizar lo que está indicado
intentando, más allá de lograr una “figura” con el cuerpo, es la de estabilizar
y neutralizar la pelvis y la columna para mejorar su funcionalidad durante los
movimientos.
Cuando enfocamos la indicación en las
articulaciones, es común que solo tratemos de alcanzar la “forma” o la “figura”
que nos ofrece el instructor, muchas veces sin apenas activar los músculos, lo
cual termina siendo una especie de desperdicio de tiempo y esfuerzo con
respecto a mejorar la columna.
Entonces, si de verdad queremos mejorar
nuestra postura, y fortalecernos para la vida cotidiana, lo más recomendable es
empezar a hablar muscularmente.
En lugar de decir: Neutralicen la pelvis,
podemos indicar: Contraigan sus glúteos, su abdomen y su espalda al mismo
tiempo, esta acción, al ser indicaciones musculares, permiten que el alumno
realmente fortalezca los músculos que mantienen su posición neutral, y lo que
es mejor, pueden corregir no solamente a las personas que tienen una
anteversión pélvica, sino incluso a los que llegan a la clase con una
Retroversión.
También, para algunos alumnos, es más sencillo
reconocer cuales son sus músculos de los glúteos, abdomen y espalda, que
visualizar qué es y hasta donde su pelvis.
Entonces, algunos consejos prácticos aquí,
para instructores y practicantes sería:
1.- Busquen neutralizar la columna y la pelvis
al inicio de las posturas.
2.- Enfóquese más en la activación muscular
necesaria que simplemente en llevar a una articulación a una posición
particular.
3.- Permitanse flexionar las rodillas todo lo
que sea necesario para que su pelvis y su columna estén neutrales, recuerden
que primero debemos asegurar la posición de la columna antes que otras
articulaciones.
En próximos artículos continuaremos analizando
algunas indicaciones clásicas desde el punto de vista de la biomecánica, y como
podríamos optimizarlas para nuestra práctica.
Saludos!
Por: Elías Vázquez
Categoría: Biomecánica en las Asanas
Uttanasana:
Porque doblar las rodillas en la práctica de Asanas.