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Categoría: Meditación
La meditación y sus efectos en la salud.

Recientemente, con todos los acontecimientos que han estado ocurriendo en el mundo, es posible que notemos como, tanto nosotros mismos y la gente a nuestro alrededor, hemos estado en un estado mental más alterado.

 

El estrés por el estado de salud, la economía, y la incertidumbre puede llevar a nuestro cerebro a mantener constantemente activo el sistema de lucha y huida de nuestro cuerpo, forzándonos estar en un estado que nos desgasta tanto física como mentalmente, y lo peor del caso, es que en algunas ocasiones, esto puede volverse un círculo vicioso, donde el estrés alimenta al estrés llevándonos a cambios fisiológicos que nos vuelven más vulnerables ante otras circunstancias o enfermedades, como la hipertensión, la diabetes, la obesidad, y si, todas las infecciones virales, bacterianas, fúngicas y parasitarias que existen..

 

Y, esto es lo que nos abre el paso a nuestro tema del día de hoy, ¿existe alguna forma en la que nosotros podamos entrenar a nuestra mente a mantenerse alerta, atenta a los cambios y necesidades que debemos atender en el mundo real, pero al mismo tiempo, no despertar estos sistemas de lucha o huida que pueden lastimar a nuestras células si se sostienen mucho tiempo?.

 

La respuesta es que sí, pero requiere, como mencionaba en la pregunta anterior, que realicemos un entrenamiento previo para poder alcanzar estos beneficios, y este régimen de ejercicio mental, es lo que nos ofrece precisamente la Meditación.

 

¿Qué es la meditación?

 

En realidad el término es más bien un abanico, es decir, abarca diferentes técnicas y mecanismos que llevan a un objetivo similar: el desarrollo de la meta-cognición por parte de la mente.

 

¿Qué es la meta-cognición?

 

Este término se refiere a la capacidad de la mente de observar sus propios procesos, es decir, de observarse a sí misma, parecido a cuando nosotros nos miramos en un espejo y podemos observar detalles de nuestra apariencia que normalmente no podemos observar de otra manera.

 

El desarrollo de la meta-cognición tiene muchísimas aplicaciones en nuestra vida cotidiana, y es, en realidad, una de las señales más importantes que realmente reflejan la madurez mental, la capacidad de observar nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestros traumas, nuestras sensaciones, sin reaccionar impulsivamente ante ellas, sino como si fuéramos un testigo que simplemente observa, y que de esta forma podamos tomar mejores decisiones en las acciones que tomaremos a partir de ese momento.

 

La madurez y resiliencia mental

 

Para entender esto de la madurez cerebral y mental, podemos hacer una analogía con los seres humanos sencilla de entender: El berrinche de los niños.

 

Cuando somos pequeños, nuestro cerebro es inmaduro porque aún se encuentra en desarrollo, es decir, las áreas encargadas de controlar nuestra fuerza de voluntad y nuestros impulsos, las áreas de la corteza pre-frontal, aun no están totalmente desarrolladas, y por lo tanto, las áreas que dirigen nuestros impulsos en base a sentimientos y emociones, se pueden descarrear con mayor facilidad.

 

Entonces, cuando un niño experimenta una situación que lo estresa, miedo, enojo, frustración, dolor, al no tener aún las capacidades neurológicas para poder detener su impulso, podemos observar como este empieza inmediatamente a: Llorar, patalear, gritar, renegar, etc etc.

 

Conforme vamos creciendo, teniendo experiencias, y aprendiendo de como funciona el mundo, nuestro cerebro va creando nuevas conexiones, y esto poco a poco, va dándole mayor madurez a nuestra corteza pre-frontal, para que, cuando ya somos adultos, podamos evitar tirarnos al suelo a hacer un berrinche cuando no nos pasa la tarjeta en el super, o cuando se acabó nuestro sabor favorito de nieve en nuestra heladería favorita.

 

Idealmente.

 

Sin embargo, aún como adultos, muchos no hemos entrenado lo suficiente nuestra corteza pre-frontal, por diferentes circunstancias, quizás tuvimos una infancia complicada y  con tutores igualmente inmaduros, o hemos desarrollado mecanismos evasivos, agresivos o disruptivos de defensa ante las situaciones que experimentamos, es decir, incluso siendo adultos, podemos seguir madurando nuestra corteza cerebral para aprender a reaccionar mejor ante las circunstancias que nos ocasionan estrés.

 

 

La meditación como una herramienta para entrenar la mente.

 

Debemos entender que el cerebro sigue siendo un órgano que esta en constante cambio y crecimiento, y al igual que los músculos, si lo entrenamos, este puede crecer y volverse más fuerte, y si lo dejamos sin entrenar o sin hacer actividades, este se volverá más débil y vulnerable.

 

La meditación y todas las técnicas que abarca, son precisamente una especie de ejercicio especifico para nuestra mente, y mientras más constantes seamos con el, más resultados veremos.

 

En diversos estudios se ha podido observar algunos de los efectos a corto, mediano y largo plazo que ocasiona la meditación en el cerebro, siendo uno de los más interesantes, precisamente el engrosamiento de la corteza pre-frontal, y una mejora en la tolerancia ante el estrés, así como una mejor respuesta ante el mismo.

 

En otras palabras, al parecer, la meditación tiene la capacidad de ayudarle a nuestro cerebro a seguir madurando, y a poder mantenernos en un estado más tranquilo, incluso ante situaciones que nos causan mucho disconfort.

 

La importancia de la constancia

 

Lamentablemente, “la gratificación inmediata”, idea tan arraigada gracias a la mercadotecnia, donde esperamos tener resultados inmediatamente, con alguna dieta, pastilla, ejercicio, técnica, estilo de yoga, etc. no hace más que nublar la realidad de las cosas.

 

Las cosas buenas, toman su tiempo en madurar y establecerse.

 

Al igual que con el ejercicio físico, los músculos no empiezan a desarrollarse al día siguiente, y aunque a veces no podemos notar las diferencias porque nos vemos diariamente al espejo, al paso de algunos meses, si nos comparamos con quienes éramos al iniciar, notaremos los cambios que hemos tenido.

 

Cuando iniciamos con la meditación, hay que considerarla de la misma manera,  es más importante enfocarnos en realizar nuestra práctica que nos corresponde cada día, y aunque aquí los cambios serán un poco más evidentes en el área mental que en la física, al cabo de unos meses de práctica constante, será evidente nuestro mejor manejo de nuestras emociones, el aumento de nuestra capacidad de auto-observación, y también empezaremos a notar algunos cambios físicos. Además del casi inmediato efecto de relajación mental que nos puede llegar a brindar.

 

¿Y cuáles son estos beneficios?

 

Beneficios de la meditación

 

A corto plazo (A pocos Minutos)

-       Brinda una sensación de calma, un pequeño espacio para detenernos y observar.

-       Genera una relajación muscular

-       Nos puede ayudar a regresar a la tranquilidad al experimentar una situación estresante.

 

A mediano plazo (Primeros días y semanas)

-       Aumenta la tolerancia ante estresores físicos y mentales

-       Mejora las respuestas del sistema nervioso cuando se activa el sistema de lucha o huida.

-       Nos permite tomar mejores decisiones ante circunstancias o situaciones de estrés físico o emocional.

-       Mejora la capacidad de concentración y creatividad.

-       Auxiliar en las situaciones de insomnio.

 

A largo plazo (Meses)

-       Mejora la presión arterial y la salud cardiovascular.

-       Disminuye los marcadores de inflamación

-       Mejora la cantidad de neurotransmisores necesarios para el cerebro en casos de depresión y ansiedad.

-       Engrosa la corteza pre-frontal y las áreas del cerebro relacionadas a la fuerza de voluntad y el control de impulsos.

-       Aumenta la tolerancia al dolor

-       Retrasa el envejecimiento neurológico (y aunque no está comprobado aun totalmente, algunos estudios parecen indicar que también el de otras células del cuerpo).

 

 

Como podemos observar, la gran mayoría de los beneficios tanto físicos como mentales, se observan a largo plazo, ya que es el tiempo necesario para que el cerebro genere estos nuevos enlaces y se vuelvan poco a poco más fuertes.

 

Por eso, aunque la meditación ofrece tantos beneficios, muchas personas la dejan al no observar cambios inmediatos, es importante que recordemos nuevamente:  la constancia en esta práctica es lo más valioso para poder obtener todos sus resultados.

 

Este tema es bastante extenso y lo seguiremos abordando en próximos artículos, especialmente los tipos de meditaciones que existen y cómo practicarla.

 

Pero, si tu quieres iniciar a practicar la meditación ya, no es necesario que esperes hasta el próximo artículo, o que tomes un curso para empezar a adiestrar a tu mente.

 

Bastará con que tomes un temporizador, coloques 3 o 5 minutos en el, cierres tus ojos, y trates de mantener tu atención enfocada en la sensación de tu respiración, cuando notes que te distraigas, date cuenta, y con cariño y agradeciendo por haberte dado cuenta de la distracción, regresa a tu respiración tantas veces como ocurra.

 

Este es el ejercicio básico con el que se inicia en todas las técnicas de meditación, y no necesitas nada más que las ganas para realizarlo! (y un temporizador).

 

Por lo pronto es todo, nos vemos en el próximo artículo donde hablaremos de:

Los tipos de meditación principales, sus métodos, pros y contras.

 

Saludos!
Por: Elías Vázquez

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Elías Vázquez
hace 4 años